viernes, 21 de junio de 2013

Salmo 34: victoria en la temporada de la Cueva de Adulam



(Psa 34:4)
Busqué a Jehová, y él me oyó,

Y me libró de todos mis temores. 

Los que miraron a él fueron alumbrados,

Y sus rostros no fueron avergonzados. 

Este pobre clamó, y le oyó Jehová,

Y lo libró de todas sus angustias.

El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,

Y los defiende.
Gustad, y ved que es bueno Jehová;(A)

Dichoso el hombre que confía en él.
 

Temed a Jehová, vosotros sus santos,

Pues nada falta a los que le temen.
 

Los leoncillos necesitan, y tienen hambre;

Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.



 

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