miércoles, 23 de enero de 2013

Oración Martes 29 de Enero 2012



(Isaiah 1:5)  ¿Dónde pueden ser golpeados todavía, ustedes, que persisten en la rebelión? Toda la cabeza está enferma y todo el corazón dolorido; (Isaiah 1:6)  de la planta de los pies a la cabeza, no hay nada intacto: ¡heridas, contusiones, llagas vivas, que no han sido curadas ni vendadas, ni aliviadas con aceite!

(Isaiah 1:7)  Su país es una desolación, sus ciudades, presa del fuego; su suelo, delante de ustedes, lo devoran extranjeros; ¡hay tanta desolación como en el desastre de Sodoma!

(Isaiah 1:8)  La hija de Sión ha quedado como una choza en un viñedo, como una cabaña en una plantación de pepinos, como una ciudad sitiada.


Partiendo de la raíz del problema en la sesión 1: No me conocen ni conocen mis caminos, la sesión 2 nos llevó a la necesidad urgente de volvernos al Señor porque hemos perdido nuestra identidad de hijos, esposa y amiga, sacerdotes y reyes y hemos cambiado nuestros valores por los valores de aquellos que no conocen al Señor. En profecía el Señor Adonai le dijo a Hna. Vinda que “este pueblo no sabe ni que pide…” dando a entender que nuestros planes, anhelos, deseos y aspiraciones no eran diferentes a las de las personas que no conocen al Señor. Que teniendo el glorioso destino de ser los que llevan la delantera en esta nación de obtener los tesoros de los principios y la sabiduría de Dios para que los demás los imiten y seamos una nación de éxito, nosotros mismos no hemos buscado y vivido esos principios. De la palabra que el Señor habló durante la sesión, entendemos que Dios nos quiere lanzar como saetas escogidas pero no tenemos la consistencia interior para saber que daremos en el blanco. Nos ha llamado a arrepentirnos y cambiar de actitud.


La Sesión 3 describe ahora la consecuencia de vivir como estamos viviendo, (a) que somos como una persona herida, alguien que ha sido golpeado (como el hombre asaltado en la parábola del buen samaritano). Como nación, nuestros pecados nos han llevado a una condición deplorable; como dice el texto, ya no queda un solo espacio en donde no hemos sido golpeados. Estamos heridos en la democracia, heridos en la aplicación de justicia, heridos en la defensa nacional, heridos en la economía, heridos en la salud (abortos, etc), heridos en el transporte, heridos en cada área de la sociedad. Es consternante escuchar “no queda un solo lugar en esta nación que esté sano”. Es un diagnóstico muy desesperanzador. Tocamos un dedo y le duele hasta el hígado, por así decirlo, cada nuevo proyecto para mejorar una parte de la sociedad, lastima a otra parte de la sociedad, por esta razón no se puede tener esperanzas en la política o los empresarios, la esperanza está en volvernos al Señor, no hay otra medicina.

El efecto de la calamidad y el castigo que sufrimos como sociedad solo se traduce en más rebelión. Cuando el corazón está alineado con Dios, el efecto de la aflicción es la humildad y nos conduce más a Dios. Cuando el corazón es malvado, la tendencia es a volverse más rebelde, pecando deliberadamente para aliviar el dolor de manera temporal y eso trae como consecuencia que se aleje más de Dios. En otras palabras, nuestra respuesta a la aflicción muestra lo que hay en el interior del corazón.
   

Al comenzar por un análisis personal (no como nación o Iglesia), podemos ver que al profeta Jeremías le sucedió algo parecido en cuanto a las dificultades que representaban para El el ministerio que Dios le había dado...

(Jeremiah 15:18)  ¿Por qué fue perpetuo mi dolor, y mi herida desahuciada no admitió curación? ¿Serás para mí como cosa ilusoria, como aguas que no son estables?

Y la respuesta del Señor fue contundente:

(Jeremiah 15:19)  Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos.


Puedo hablar por mi misma, muchas veces me he quejado delante del Señor por las dificultades que representa el ministerio...están bien descritas en este pasaje, asi como está descrita la solución "Aprende a valorar lo que yo valoro y pagar el precio por ello". Es interesante que Dios siempre toma la iniciativa y es como el buen samaritano para con nosotros, nos vió, se acercó (no fue indiferente), curó nuestras heridas con vino y aceite, nos cargó en sus brazos y nos puso a salvo de nosotros mismos y las consecuencias de nuestro pecado. No sé si parte de la Iglesia de El Salvador esá pasando por lo que yo he estado pasando...pero la solución es la misma. Creo que debemos orar por eso, para que Diso nos aliente de nuevo, nos sane y podamos convertirnos también en buenos samaritanos.

Ahora bien, habiendo lidiado con nuestra propia condición, Jesús en Lc 10:25-37 hace referencia a lo que significa la verdadera espiritualidad: amarás al Señor tu Dios...y a tu prójimo como a tí mismo, siendo la aplicación de esto último, las acciones del samaritano. También debemos orar para que como Iglesia volvamos al primer amor y reconozcamos la misericordia de Dios para que cada uno de nosotros salga y haga como el samaritano porque para Jesús esto es "hacer iglesia"...
- Lo vió
- Se acercó
-Vendó sus heridas
- Lo carga y lleva a un lugar seguro
- Cuida de el
- Paga el precio

Creo que si todo el país fuera así, seríamos sanos como sociedad. Debemos arrepentirnos del pecado de INDIFERENCIA, si nosotros estamos bien, los demás no interesan. Si yo tengo problemas, los problemas de los demás no interesan, solo los míos...¿No es esto lo que vemos en los días de oración? Debemos reconocer que de manera personal, no estamos bien y que como nación no estamos bien y las cosas empeoran, no por tal o cual partido político sino porque como sociedad hemos pecado contra Dios.

Si el Señor nos ha enviado como líderes, no debemos curar la herida con liviandad...es decir, debemos ser claros con la Iglesia y la nación y hacerle saber que DEBEMOS VOLVERNOS A EL EN NUESTRAS ACCIONES CONCRETAS. Este es el mensaje que debemos estar predicando en las iglesias, no de acusación pero de la oportunidad que tenemos de acercarnos y recibir sanidad. Debemos orar por un corazón humilde que sepa aprovechar la aflicción para volverse HUMILDE

Debemos orar por volver al primer amor, que el mandamiento de Lc 10:27 vuelva al primer lugar en nuestra lista personal de prioridades y de los mensajes que estamos escuchando en el púlpito. Acciones concretas, no solo palabras.

Debemos orar para que Dios nos mueva a misericordia...

b) La otra alegoría es una nación desolada como Sodoma. Basicamente describe la condición de una nación que ha sido atacada por los bárbaros (hombres armados sin misericordia que solo buscan el botín) no de una nación que llega y se establece con su propio sistema de gobierno. La diferencia básica radica en el hecho de que las naciones conquistadoras, si bien destruían y causaban daño y robo, NO PRETENDÍAN DESTRUIR EL SISTEMA SINO APROVECHARLO. En otras palabras no propiciaban la ANARQUIA. El caso que describe Isaías es que la nación ha sido invadida por saqueadores y dejan al pueblo no solo pobre sino que destruyen sus fundamentos y su cobertura. La única razón para entrar al país ha sido saquearlo, no les interesa que haya orden y respeto por la vida ni que la ciudad siga existiendo...de hecho, una ciudad asaltada por vándalos no queda en pie y si el Señor tiene misericordia, volver a levantarla requerirá de comenzar desde el principio otra vez, como ocurrió en tiempos de Esdras y Nehemías.

Con base a esto debemos orar que Dios tenga misericordia de nuestro país y que no permita que la anarquía reine porque los más débiles y la gente honorable perece, cada uno hace lo que bien le parece y utiliza la fuerza para "hacer valer sus derechos". Me contaron ayer de un caso en TV, en el CJ Isidro Menéndez, un hombre armado amenazó de muerte a un periodista y eso fue filmado...¿No hay vigilancia en ese centro judicial? ¿Cómo pueden estar seguros los jueces de hacer justicia y no ser acribillados a la salida de la corte en pleno centro judicial?

Debemos orar que no caigan los fundamentos que sostienen esta sociedad...Salmo 11:3, debemos orar que los fundamentos del Reino eterno: justicia y juicio, sean establecidos en esta nación. Debemos orar para que Dios levante saetas escogidas que vayan y lo hagan en nuestra sociedad, que Diso levante las casas de oración para que unifiquemos este mensaje.

c) La tercera alegoría es la de una ciudad sitiada. Basicamente es una ciudad que, amenazada por un ejército invasor, se le van acabando los recursos al grado que tienen que matarse unos a otros (hasta sus hijos-aborto) porque no hay suficiente para que vivan. Alimentos escasos, recursos escasos, gente peleandose por lo poco que hay y la constante amenaza de que pronto viene una gran calamidad nacional. 

(Jeremiah 4:17)  Rodean a Jerusalén como los guardianes de un campo, porque ella se ha rebelado contra mí -oráculo del Señor-

(Jeremiah 4:18)  Tu conducta y tus acciones te han acarreado todo esto. Ahí está tu mal: ¡Qué amargo es! ¡Cómo te llega al corazón!
  
En Ge 9 Dios le dió a la humanidad una bendición "Multiplicar/Fructificar"  que basicamente quiere decir INCREMENTAR. Debemos orar por esa bendición de incremento en nuestras familias, iglesias, ministerios, empresas, etc para que haya abundancia de recursos. Dis oda la capacidad de generar riqueza...Oremos por esa capacidad de innovación.

d)La choza en el viñedo habla de que el lugar de protección contra el viento y la lluvia (la ciudad) es tan pequeña que solo un hombre cabe. Además se refiere a un refugio temporal, algo que no va a durar mucho tiempo. Pareciera que el Señor está diciendo que somos como un país no en vías de desarrollo sino en vías de disminución, buscando como otras naciones nos toman por esclavos porque no hemos sido capaces de gobernar bien, no hemos sido mayordomos responsables. La parábola que mejor describe esta situación es

(Mark 12:1)  
Los labradores malvados

 Entonces comenzó Jesús a decirles por parábolas: Un hombre plantó una viña,(A) la cercó de vallado, cavó un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos.

(Mark 12:2)  Y a su tiempo envió un siervo a los labradores, para que recibiese de éstos del fruto de la viña.

Diso ha encomendado a la Casa de Oración como atalaya para que vigile y cuide la nación para que El Señor de la nación pueda recibir los frutos que espera de la viña. El Señor espera que esta sea una nación de paz, progreso y libertad, como dice nuestra bandera, y es nuestra responsabilidad como Casa de Oración que intercedamos y gurreemos para que esto se convierta en una realidad.

He posteado este estudio temprano en la semana para que podamos orar mucho con estos versículos. Les pido que por favor oren y que el día martes que estemos juntas, ya podamos tener un poco mas de claridad de que es lo que el Señor quiere que oremos ya que debemos declarar y desatar las bendiciones sobre esta nación y debemos hacerlo con un espíritu de fe. Estos versos entristecen mi corazón, pero el Martes debería llevar una respuesta de lo que el Señor quiere hacer al respecto y quisiera tener la oportunidad de proclamarla. Lo mismo oro para que ustedes también tengan este mismo sentir, compromiso y privilegio...declarar lo que está por venir.









No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.