domingo, 13 de enero de 2013

Oración Martes 15 Enero 2013



La recompensa de la rebelión es el desastre, sin embargo, la rebelión de Su pueblo no ha terminado con los recursos del Señor para redimir y restaurar (1:26-27).

LA SITUACION DE EL SALVADOR (1:2-9)
Proclamamos una convocatoria a la asamblea del Señor, al remanente, para anunciar las bondades y la misericordia del Señor a esta nación, anunciamos la bondad del Señor sobre los ríos, sobre las playas, sobre los lagos, anunciamos una visitación especial que va a ser notoria en cada rincón de esta nación, anunciamos a la tierra que tendrá suficiente lluvia para una cosecha abundante. Anunciamos a los cultivos de frijol, maíz, verduras, toda semilla sembrada, que el Señor se va a manifestar sobre ustedes en misericordia y bondad. Proclamamos esta palabra al remanente de cada ciudad de esta nación y oramos para que esta convocatoria y santa palabra sea expandida a los cuatro vientos sobre todo el territorio de El Salvador. Anunciamos la bendición en los aires y en todo recurso telefónico, cable, energía eléctrica, ambiente, que este año el Señor abre las ventanas de los cielos para prosperidad. Anunciamos una temporada donde las cosas cambian porque el remanente se levanta y levanta esta profecía a los cuatro vientos en esta nación. Los cambios que comenzaremos a observar anuncian la mano del Señor orquestando todo para que Su Palabra sea cumplida, anunciamos su palabra y Su bondad con alegría de corazón.

Anunciamos que el Señor se dispone a establecer Su gobierno sobre esta nación, Su gobierno a través de la intercesión y adoración. Anunciamos que los corazones del remanente comienzan a tomar responsabilidad por lo que ocurre en esta nación y comienzan a anunciarlo como está en el corazón de Dios.

Anunciamos que el Señor salvará a El Salvador del enemigo del sur. Anunciamos que el Señor salvará a esta nación de todo enemigo interno o externo que se ha levantado en contra de los propósitos de Dios. Proclamamos como asamblea del Señor que esta palabra es verdadera y trae su fiel cumplimiento por medio de la mano poderosa del Señor.

Proclamamos que cada ciudad de este país, en cada institución, en cada empresa, en cada iglesia, se re-edifica bajo los principios del reino. Anunciamos que el gobierno del maligno sobre estas instituciones, sobre la Corte Suprema de justicia, sobre la Fiscalía, sobre la Asamblea, esos procedimientos ocultos, esas alianzas diabólicas, esos arreglos monetarios se quiebran en el Nombre de Jesús. Declaramos que salen a la luz esos arreglos torcidos y se corrigen por la opinión pública. En el Nombre de Jesús proclamamos que el Señor detiene los acuerdos injustos que se pretenden convertir en leyes que públicamente anuncian la rebeldía de la nación en contra decididamente de los principios de Dios. Proclamamos el Señorío de Cristo sobre las ciudades santuarios, sobre las cárceles, trayendo paz sobre esta nación. Declaramos el conocimiento completo de Dios y el temor del Señor desatado sobre todos estos lugares e instituciones. Declaramos que el Señor esta RE-EDIFICANDO SOBRE EL FUNDAMENTO CORRECTO. Declaramos que hay un cambio en las reglas del juego y que poderosamente el Señor desplaza la oscuridad en los cielos y su gobierno sobre naciones que tuercen la ley del Señor sobre este país. Declaramos que en medio de los cambios y de la incertidumbre, el Señor estará abriendo la oportunidad para los siervos del Señor para que hereden a sus hijos de toda cosa buena que el Señor tiene para ellos. Declaramos el surgimiento de oportunidades para los siervos verdaderos del Señor y para su descendencia. Declaramos que en medio del caos y de la incertidumbre, los hijos de Dios se revelarán como el Tesoro de Dios, nación escogida y redimida.

Los cargos del Señor contra Su pueblo: vs 2-3: falta de conocimiento (experiencia) y entendimiento (discernimiento) y rebeldía

Oramos para que el Señor se revele a Su pueblo como el Padre amado que nos ha redimido y nos carga en Sus brazos y nos enseña el camino que debemos seguir. Oramos por una revelación profunda a través de todas las iglesias, grupos de oración, etc. Oramos que las iglesias vuelvan a predicar a Jesucristo como la verdadera revelación del Padre y a una intervención especial del Señor a cada vida de los redimidos, a través de intervenciones milagrosas en las diferentes circunstancias, que todos sepamos que tenemos un Padre que cuida de nosotros, que podemos correr a Sus brazos, que podemos pedir Su consejo, que no nos ha rechazado. Oramos por una predicación y comprensión espiritual de la parábola del hijo pródigo, tocando profundamente los corazones a lo largo y ancho del territorio nacional. Oramos porque la Palabra de Dios despierte la pasión por la búsqueda del Padre y encienda el fuego de Dios sobre cada redimido. Oramos por el fuego de Dios sobre la Asamblea de los redimidos que ha sido convocada para cambiar esta nación.

Oramos para que cada creyente salvadoreño que experimente la revelación de Dios como el amoroso Padre, busque desesperadamente la manera de conectar esta revelación con su vida interior, la manera de pensar, los valores que rigen sus decisiones, sus prioridades. Oramos que esta revelación cambie la manera de percibir a Dios y a sus circunstancias, que cambie su manera de verse a sí mismos y de ver a los demás. Oramos por revelación sobre la raíz espiritual de los problemas de este país y de cada vida y de cada congregación. Oremos por que la revelación del Padre nos haga vernos como verdaderos hijos con una naturaleza espiritual que tiende espontáneamente a vivir de manera diferente a como vive el mundo…que esa revelación nos permita ver a nuestros hermanos en Cristo como lo que son: hijos de Dios, redimidos valiosos, los honorables del Señor. Que se desate un corazón misericordioso de los unos con los otros, un corazón perdonador, un corazón que honre a los demás y los ame por encima de cómo se aman a ellos mismos. Que nos veamos como la familia de Dios en el Salvador, familia que será usada para darle un giro poderoso al destino de este país y de las naciones en esta región. Que esta revelación quite el pecado de rebelión que nos ha sumido en tanta guerra, injusticia, asesinatos, desorden. Oramos que este espíritu rebelde que se ha desatado en las naciones del mundo y en la nuestra, se someta al Señorío de Cristo y lo veamos manifestado en la situación política y social, así como en las familias y las congregaciones. Oramos por un arrepentimiento personal y genuino por habernos rebelado en contra de Aquel que nos amó, nos redimió y tiene un gran destino para nosotros. Oramos que la sanidad personal y de la nación por causa del pecado de rebelión sea vista con actos claros de abandono de relaciones de adulterio, fornicación, gastos innecesarios (tarjetas de crédito), necesidad de ayunar por encima de sobrealimentación, necesidad de orar por encima de querer resolver las cosas con violencia a nuestra propia manera, respeto a las leyes de Dios por encima de las humanas, y alejamiento de todo aquel pecado que nos aleja de conocer a Dios de una manera íntima y personal. Oramos para que la experiencia de la iglesia (culto) tenga una revelación más profunda del carácter de Dios y de sus principios. Oramos para que la pasión por Jesucristo transforme el corazón de los jóvenes y quite la rebeldía en medio de ellos, que se manifieste este cambio en un gran movimiento de intercesión por pasión, para que el fuego de Dios se revele a través de los devocionales y predicaciones.

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