Pandilleros recluidos en diferentes centros penales mostraron ayer su
“beneplácito” ante el anuncio de la implementación de la segunda fase de
la tregua entre pandillas rivales, aunque por hoy no se comprometen con
reducir las extorsiones.
El inicio de la segunda fase de la
tregua se dio el viernes con la declaración de Santa Tecla, Ilopango,
Sonsonate y Quezaltepeque como zonas libres de violencia (proyecto
denominado inicialmente como municipios santuario), donde las pandillas
se comprometen a reducir los índices de delitos.
“En Santa
Tecla, por ejemplo, los pandilleros podrán salir junto con sus familias
al parque, a los hospitales, a centros turísticos sin temor y sin
cometer ilícitos”, dijo Dionisio Arístides Umanzor, uno de los
pandilleros recluidos.
Durante el encuentro, realizado en el
Centro Penal de Mariona, contó con la presencia del representante de la
Organización de Estados Americanos (OEA), Adam Blackwell y Raúl Mijango,
mediador de la tregua. Los cabecillas de las pandillas aseguraron que
no se pueden comprometer con erradicar las extorsiones. “Estamos
trabajando para buscar otra forma de ingreso para nuestras familias, no
podemos comprometernos con algo que no vamos a cumplir”, manifestó un
pandillero.
Los pandilleros adelantaron que están preparando el
terreno para implementar en otros 18 municipios como zonas libres de
violencia. Al ser consultada por los periodistas la posibilidad de una
reversión del proceso, los pandilleros prefirieron no opinar.
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