He pastoreado por mas de 90 años...(la gente ríe) debo dejar de comentar esto porque cada vez que lo hago la gente se ríe...
Debo decirles que en todos estos años de ministerio y habiendo visitado muchos lugares en el campo misionero, y he descubierto que en el área de las misiones lo que se necesita es una revolución, la revolución del amor...
¿Cómo reconoce el mundo a los cristianos? ¿Cómo deberían o por qu'e deberían de reconocernos? La respuesta a ambas preguntas es la misma...por el amor. Los cristianos somos reconocidos por el amor o la falta de este.
El amor comienza con nuestras motivaciones. 1 Cor 13 dice que si lo que hacemos no nace en el amor, somos como un metal que hace ruido y nada mas que ruido. En una ocasión estaba preparando mi mensaje de Domingo. Mientras escribía, el camión de la basura pasó cerca y la razón por que lo supe fue porque las latas que recogía hacían mucho ruido. Sentí que era un mensaje de Dios para mi...entonces le pregunté a Dios si así eran mis mensajes...tan solo latas que resuenan o si las personas sabían al final del mismo, que yo las amaba...¿Se sentían amadas o solo aprendían acerca del amor?
La motivación decrita en 1 Corintios es EL AMOR. Les desafío a que hagamos un inventario de NUESTRA VIDA DE AMOR. Dice que el amor es amable, compasivo, no se envanece...Ahora, de dónde obtenemos esa clase de amor?
Pues el campo misionero está lleno de gente que necesita a Jesús. Los mas difíciles de amar en realidad son los que mas amor están necesitando y tan solo esperan a un cristiano lo suficientemente estúpido para amarlos.
Comencemos por evangelizar a nuestros vecinos. 1 Jn 3:13 dice que mostremos nuestro amor con nuestras obras. Oremos por los perdidos, aún de nuestra familia, cumplamos la Gran Comisión. os desafío a que oren por las personas y si nada sucede, entonces no hagan nada. Pero les digo que el Espíritu Santo hará algo y les abrirá las puertas para que puedan compartir de Jesús.
Pongamonos disponibles para que Jesús nos use para amar a los perdidos. Luego entonces compartamos, nuestro testimonio, el mensaje del Domingo, la historia de alguien mas...pero vayamos y compartamos el Evangelio!
Vayamos en el espíritu de amor de Jesús y compartamos Su amor en obras y palabras para que iniciemos una revolución de amor.
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