Dejemos que Diso nos transforme primero para que podamos ser agentes de transformación. Tuve que viajar a Asia y en mi viaje hacia un país de Africa, siempre solía comprar mi visa en el aeropuerto de ese país. Cuando hago parada en un país antes de llegar a mi destino, una joven que parecía novata, me pidió mi pasaporte...me detuvo porque no llevaba una visa para el país destino. Le dije que creía que vendían las visas en el aeropuerto pero ella se puso muy estricta. Ore para que Dios me diera paciencia porque demoraba mucho y yo tenía la razón...sin embargo, me quedé callado y obedecí sus intsrucciones. Después de un largo rato ella consultó y me dijo que podía comprar mi visa en el aeropuerto. Quise decirle "Se lo dije" pero me quedé callado y le agradecí. Ella me preguntó que si yo era cristiano...le dije que como sabía...ella dijo que porque había sido paciente.
Tenemos que dejar que Dios nos transforme para ser un testimonio al mundo, para compartir el Evangelio.
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