martes, 12 de abril de 2016

Oposición al Espíritu de Santidad


En los siguientes pasajes resumimos una historia impresionante sobre el liderazgo.

(Num 16:1)  Coré hijo de Izhar,  hijo de Coat,  hijo de Leví,  y Datán y Abiram hijos de Eliab,  y On hijo de Pelet,  de los hijos de Rubén,  tomaron gente, (Num 16:2)  y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel,  príncipes de la congregación,  de los del consejo,  varones de renombre.

(Num 16:3)  Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron:  ¡Basta ya de vosotros!  Porque toda la congregación,  todos ellos son santos,  y en medio de ellos está Jehová;  ¿por qué,  pues,  os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?

(Num 16:4)  Cuando oyó esto Moisés,  se postró sobre su rostro;

(Num 16:5)  y habló a Coré y a todo su séquito,  diciendo:  Mañana mostrará Jehová quién es suyo,  y quién es santo,  y hará que se acerque a él;  al que él escogiere,  él lo acercará a sí.

Estos líderes habían compartido la visión de Dios en el monte Horeb; eran muy respetables entre la congregación del Señor; eran líderes escogidos por Dios y ungidos para una obra específica, PERO NO PARA LA POSICION DE MOISES. Es necesario que cada uno reconozca la posición para la cual ha sido ungido, separado, apartado y no meterse en la unción de otro. Dios santificará por fuego el campamento y pondrá a cada uno en el lugar de su unción; pero sería mejor si cada uno lo hace antes.

Lo que vimos aparecer aquí fue la obra del Espíritu de Santidad que dió testimonio de quienes habían sido escogidos por Dios para qué labor. Debemos orar que Dios libere este Espíritu en nuestros tiempos a fin de que cada uno conozca el lugar que le corresponde y lo ejerza con la debida reverencia y compromiso.

La verdad es que cuando Dios desata una cantidad inusual del Espíritu de Santidad que por medio de la resurrección da testimonio de los apartados por Dios para las diferentes labores, el enemigo levanta un espíritu de rebelión con el objetivo de detener el avance del reino. Esto es lo que sucedió a Moisés. Los líderes se rebelaron contra el ungido de Dios y quisieron cambiar la visión que Dios le había dado, querían regresar a Egipto! Cuando nos rebelamos contra la autoridad de Dios, estamos tratando a Dios con menosprecio; le estamos diciendo que El no sabe lo que está haciendo, que nosotros sabemos mejor...

Según este pasaje, la rebelión trajo sobre Coré y todos los rebeldes una maldición sobre ellos, sus familias y todo lo que poseían o estaba asociado a ellos. Si vemos bien el pasaje, nos daremos cuanta de que Moisés le pidió a Arón que se preparara con el incensario porque supo que algo iba a pasar...a Dios simplemente no le gusta la rebelión!. No bendice la rebelión jamás, no la apoya.

(Jud 1:11)  ¡Ay de ellos!  porque han seguido el camino de Caín,  y se lanzaron por lucro en el error de Balaam,  y perecieron en la contradicción de Coré.

De acuerdo a este pasaje, la Iglesia del NT también sufrió la oposición de estos espíritus.

Otro ejemplo de rebelión fue la del rey Uzías. El rey consideró que su posición era mayor que la de los sacerdotes, pero a Dios no le gustó la idea! Otro ejemplo fue el del rey Saúl frente a Samuel. Esto le costó su llamado y unción.

(Jer 28:16)  Por tanto,  así ha dicho Jehová:  He aquí que yo te quito de sobre la faz de la tierra;  morirás en este año,  porque hablaste rebelión contra Jehová.

Dios escoge, Dios llama, Dios unge y Dios remueve de su puesto! es la potestad de Dios unicamente y no la nuestra! Cuando no estamos de acuerdo con un ministerio, y ya no se puede resolver a través de la oración, es mejor irse; sin embargo, no nos compete a nosotros levantar juicio contra dicho ministerio, sino que solo a Dios. La unción no se remueve la unción porque nosotros nos vamos; solo Dios puede hacerlo.

(Act 9:5)  El dijo:  ¿Quién eres,  Señor?  Y le dijo:  Yo soy Jesús,  a quien tú persigues;  dura cosa te es dar coces contra el aguijón.

No trate de levantar a las personas en contra de los líderes que Dios ha escogido.

(Exo 23:21)  Guárdate delante de él,  y oye su voz;  no le seas rebelde;  porque él no perdonará vuestra rebelión,  porque mi nombre está en él.

En medio de la rebelión solo recuerde la cantidad de poder que Dios trae en escena!!! no quiere estar del lado equivocado.

Cuando las personas rechacen su liderazgo, asegúrese de someterse a Dios en humildad, como lo hizo Moisés y Dios lo respaldará con gran poder. 



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