viernes, 1 de abril de 2016

El Espíritu de Profecía


(2Ti 1:14)  Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo 
que mora en nosotros.

En la versión King James dice que el buen depósito SE ME HA CONFIADO. No es algo que se me ha dado, como un regalo, que puedo hacer con él lo que yo deseo...se habla de habérmelo confiado porque Dios espera que yo haga algo con él.

También habla el verso de que debo GUARDAR el depósito. BUEN DEPOSITO la concordancia de Strong lo define como:

G2570
kalos (καλός G2570) bueno, hermoso. Se traduce «honroso» en 1Ti_3:13: Véanse BIEN, BUENO, HERMOSO, MEJOR.

kalos (καλός G2570) Véase BIEN

kalos (καλός G2570) denota aquello que es intrínsecamente bueno, y, así, hermoso, honroso; como: (a) de aquello que está bien adaptado a sus circunstancias o fines; p.ej., fruto (Mat_3:10); un árbol (12.33); tierra (13.8, 23); peces (13.48); la ley (Rom_7:16; 1Ti_1:8); toda criatura de Dios (1Ti_4:4); un fiel ministro de Cristo y la doctrina que enseña (4.6); (b) de aquello que es éticamente bueno, correcto, noble, honorable (p.ej., Gl 4.18; 1Ti_5:10,25; 6.18; Tit_2:7,14; 3.8,14).

Los cristianos deben «procurar hacer las cosas honradamente» (kalos; 2Co_8:21); hacer lo que es honorable (13.7); no cansarse de hacer el bien (Gl 6.9); retener «lo bueno» (1Th_5:21); ser celosos de buenas obras (Tit_2:14); ocuparse en ellas (3.8); provocar a ellas (Heb_10:24); dar testimonio mediante ellas (1Pe_2:12). Kalos y agathos aparecen juntos en Luk_8:15; un corazón bueno (agathos), esto es, uno que, en lugar de hacer el mal a su prójimo, actúa de manera benéfica hacia él; y «recto» (kalos), esto es, cuya actitud hacia Dios es correcta. En Rom_7:18  «en mí … no mora el bien» (agathos) significa que en él no hay nada capaz de hacer bien, y que por ello carece del poder de hacer «aquello que es bueno» (kalos).

kalos (καλός G2570) hermoso, bello, bueno. Se traduce «hermosas» en Luk_21:5, de las piedras ornamentales del templo.

Este buen depósito podríamos definirlo como la capacidad de lograr el objetivo de Dios para nuestras vidas. Si lo definimos así, entonces entenderemos también que se trata de la operación de los Siete Espíritus de Dios en una manera totalmente singular en la vida de cada creyente. Obviamente este depósito contiene el momento de nuestra salvación y miles de testimonios y principios que Dios ha ido construyendo en nuestras vidas, pero no deja fuera el poder asignado para que logremos triunfar en nuestra asignación.

También dice el verso que la manera de guardar está ligada a la obra del Espíritu Santo que mora en nosotros. En otras palabras, contrario a lo que creeríamos que guardar es un acto pasivo, se trata de una actividad en la que tenemos que tomar la iniciativa. Lo que debemos hacer para guardar el buen depósito es:
1. Dar gracias. Dice que el buen depósito ya nos ha sido entregado por lo que debemos agradecer por ello. Quizá no se parece al de nuestro amigo o líder pero es algo que cuidadosamente Dios ha escogido para mi y le honra que yo le agradezca usándolo para revelar su gloria y hacer avanzar Su Reino. Yo no creo que el depósito YA ESTE COMPLETO, sino que lo imagino como una vasija imperfecta que RECOGE todo lo que de Dios viene pero se enfoca en recibir cierta categoría de cosas, verdades, principios, revelaciones, encomiendas. Demos gracias por lo poco que vemos o por lo mucho. Solo Dios sabe cuanto se nos ha encomendado pero descubramos qué es y cómo usarlo para Su Gloria.
2. Ser fieles. Esto significa usar el depósito para lo que fue enviado, cómo fue enviado (no agregarle carnalidad), para quienes fue enviado (no ministrar a quienes yo quiero sino a aquellos a quienes Dios quiere ministrar). Representamos la actividad de Dios no a nosotros mismos. El Depósito fluye de Dios no de nosotros mismos.  También ser fieles implica pasar ese depósito a las nuevas generaciones, no podemos quedarnos como el rey Ezequías que vivió para tener un buen reino pero no pensó en las futuras generaciones. Somos responsables de pasar ese depósito.

Uno de los problemas principales que como creyentes tenemos es que NO HEMOS SABIDO CAMINAR EN LA PLENITUD DE DIOS. Un ejemplo sencillo, nosotros no amamos incondicionalmente, amamos a las personas por algo, quizá porque son nuestros familiares, porque están con nosotros, porque nos ayudan, etc, Pero amar a los enemigos significa sacar un amor desde un Reservorio al que solo el Espíritu Santo tiene acceso, de la mismísima persona de Jesús (Juan 1:16). Cuando comenzamos a caminar en esa dimensión, nosotros hacemos un poquito y el Espíritu Santo se derrama sobre nosotros para que terminemos de hacer la obra completa. De esta manera crecemos, en este caso, en amor y la próxima vez será más sencillo. Lo mismo sucede en el área de la revelación o del poder sobrenaturales. Debemos aprender a caminar en lo sobrenatural, lo que no podemos lograr con nuestros propios recursos.

(Eph 1:17)  para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo,  el Padre de gloria,  os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, (Eph 1:18)  alumbrando los ojos de vuestro entendimiento,  para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado,  y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, (Eph 1:19)  y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos,  según la operación del poder de su fuerza, (Eph 1:20)  la cual operó en Cristo,  resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales,

epignosi (ἐπιγνώσις G1922) denota un conocimiento total, discernimiento, reconocimiento. Es forma intensificada del Nº 1, expresando un conocimiento más pleno, o un conocimiento pleno, una mayor participación por parte del conocedor en el objeto conocido, influenciándole más poderosamente. No se halla en los Evangelios ni en los Hechos. Pablo lo usa 15 veces (16 si se incluye Heb_10:26) de las 20 veces que aparece en el NT; Pedro lo usa 4 veces, todas ellas en su segunda epístola.

(Luk 11:9)  Y yo os digo:  Pedid,  y se os dará;  buscad,  y hallaréis;  llamad,  y se os abrirá.
(Luk 11:13)  Pues si vosotros,  siendo malos,  sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,  ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

Estos versos explican que aunque se nos ha dado el Espíritu Santo cuando creemos en Cristo, hay una plenitud que todavía debe seguir desatándose a lo largo de nuestro caminar en Dios. Pero estos versos muestran no solo que la medida del Espíritu que habíamos de recibir ha concluido, sino que además implica nuestra participación activa por medio de pedir, buscar y llamar bajo la cobertura de la fe. En otras palabras, hay una medida del Espíritu Santo a la que tenemos acceso y que aún falta que sea desatada en nuestras vidas la cual urgentemente estamos necesitando en estos tiempos. Esa medida está disponible y es lo que estamos estudiando como los siete Espíritus del Cordero, en particular, la medida del Espíritu de profecía (revelación).

(Rev 19:10)  Yo me postré a sus pies para adorarle.  Y él me dijo:  Mira,  no lo hagas;  yo soy consiervo tuyo,  y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús.  Adora a Dios;  porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.

Este verso claramente expresa el significado del Espíritu de Profecía. No se trata de los dones espirituales que te dicen si debes tomar una decisión o no; se trata de Jesucristo, no de nosotros. El verdadero sentir del Espíritu de profecía implica la historia de Jesús (escatología y profecía bíblica) a través de las épocas y en los distintos lugares y momentos de la historia, unida a la revelación de Dios en la creación. Vemos que se trata de un fluir mucho mas amplio. Se trata de descubrir los propósitos de Dios en medio de los acontecimientos de la historia, como lo hacía Daniel; se trata de descubrir la obra de Dios en la creación como lo relata la Escritura, como lo hizo Pablo al explicar el verso de la Novia del Cordero; es una revelación como la de los hijos de Isacar que sabían qué tiempo era y lo que el pueblo de Dios debía hacer. 

(1Ch 12:32)  De los hijos de Isacar,  doscientos principales,  entendidos en los tiempos,  y que sabían lo que Israel debía hacer,  cuyo dicho seguían todos sus hermanos.

Un ejemplo es el de José. Evidentemente Dios tenía planes grandes para su vida. Su momento clave llega cuando interpreta el sueño de faraón y propone un plan de acción. Bajo la óptica de la profecía somo solemos entenderla diríamos que Dios cumplió Sus propósitos en él; y si, es así, sin embargo, era algo mucho más que eso lo que estaba en juego y esto era la preservación del pueblo del Señor, como lo explica él mismo a sus hermanos

(Gen 45:5)  Ahora,  pues,  no os entristezcáis,  ni os pese de haberme vendido acá;  porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros. (Gen 45:6)  Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra,  y aún quedan cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega.

(Gen 45:7)  Y Dios me envió delante de vosotros,  para preservaros posteridad sobre la tierra,  y para daros vida por medio de gran liberación. (Gen 45:8)  Así,  pues,  no me enviasteis acá vosotros,  sino Dios,  que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa,  y por gobernador en toda la tierra de Egipto.

Implica esa capacidad de reconocer que en medio del cumplimiento de nuestras propias profecías personales Dios está orquestando un plan muchísimo mas hermoso y mayor que culminará con el regreso de nuestro Señor Jesucristo.

Eso mismo es lo que ocurrió a Pedro en Pentecostés.

(Act 2:2)  Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba,  el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; (Act 2:3)  y se les aparecieron lenguas repartidas,  como de fuego,  asentándose sobre cada uno de ellos.... (Act 2:6)  Y hecho este estruendo,  se juntó la multitud;  y estaban confusos,  porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.

El derramamiento del Espíritu Santo en el día de Pentecostés fue manifiesto delante de todas las personas que estaban en la zona. Dice el texto que les oyeron hablar en sus propias lenguas y por eso estaban confundidos, no sabían qué era aquello. La explicación de Pedro va mas allá de explicar el don de lenguas y más bien a explicar lo que estaba sucediendo ese día, una nueva época en la Iglesia del Señor había llegado!!! El poder del espíritu Santo se había derramado. Si nadie hubiera explicado, la gente se habría enfocado en las lenguas o habría pensado que eran borrachos y hasta allí, pero Pedro se pone en pie y explica la verdadera razón para lo que estaba ocurriendo; esa es la forma en la que opera el Espíritu de profecía. Nos hará comprender los misterios de Dios en medio de muchas situaciones confusas, nos hará descubrir la mano de Dios en medio de circunstancias que pensamos que eran del diablo o de los hombres; nos hará descubrir los tiempos en que vivimos cuando otros tan solo ven señales raras en el cielo. Descubrimos lo que Dios está y quiere hacer en la vida de alguien que llegó por un problema y que en realidad Dios está queriendo comunicar algo; descubriremos el significado de un sueño en el que aparece una cara familiar pero que se trata del país por ejemplo y no de nuestra familia. Mostrará que en medio de circunstancias que parecen de alegría, Dios no está contento, como le pasó a Isaías cuando Ezequías inauguraba el acueducto pero el pueblo y él se negaban a depender de Dios y hacían alianzas que Dios no aprobaba.

Otro ejemplo de cómo se manifiesta el espíritu de profecía está en Reyes:

(2Ki 6:9)  Y el varón de Dios envió a decir al rey de Israel:  Mira que no pases por tal lugar,  porque los sirios van allí. (2Ki 6:10)  Entonces el rey de Israel envió a aquel lugar que el varón de Dios había dicho;  y así lo hizo una y otra vez con el fin de cuidarse. (2Ki 6:11)  Y el corazón del rey de Siria se turbó por esto;  y llamando a sus siervos,  les dijo:  ¿No me declararéis vosotros quién de los nuestros es del rey de Israel? (2Ki 6:12)  Entonces uno de los siervos dijo:  No,  rey señor mío,  sino que el profeta Eliseo está en Israel,  el cual declara al rey de Israel las palabras que tú hablas en tu cámara más secreta.

El espíritu de profecía puede descubrir lo que el diablo trama en un momento dado; cuando comenzamos a movernos en este fluir, la información puede parecernos borrosa y no logramos comprenderla; sin embargo debemos contender por esa revelación hasta que nos quede clara y pedir sabiduría a Dios para aplicarla y evitar así grandes daños por parte del enemigo.

Definitivamente necesitamos la operación del Espíritu de profecía en nuestro medio para que podamos caminar en la voluntad de Dios y movernos en lo sobrenatural de Dios.










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