domingo, 28 de junio de 2015

El Camino hacia la Muerte comienza con Rechazar Su Palabra


En este pasaje el profeta nos muestra que buscar alianza con Egipto es solo un síntoma de la patología: REHUSARSE A ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.

(Isa 30:8)  Anda, ahora, y escribe esto en una pizarra o en un libro, para que sea, en el futuro,
algo que siempre los esté acusando.
Probablemente lo que el profeta escribe es el texto del verso 9-17. Isaías se da cuenta de que su ministerio tenía impacto más allá del tiempo en el que estaba viviendo, y que la relevancia inmediata no agotaba su significado. Era parte de la Palabra Eterna de Dios. En el original dice que se escribe para "perpetuidad".

Lo que estaba escribiendo era una declaración de:
- El hombre negándose a escuchar Su Palabra que es eterna
- Reemplazo del mensaje eterno por uno que se ajuste al corazón del hombre
- Rechazo de Dios como el Santo de Israel

(Isa 30:9)  Es un pueblo que nunca está conforme, son hijos hipócritas, que se niegan a escuchar los consejos de Yavé.

La descripción que Dios hace es que son hijos engañosos, rebeldes, hijos que descepcionan, que no viven conforme a lo que se esperaba de ellos. Escuchar la palabra de Dios era inaceptable sin importar lo que el Señor tuviera que decir.

(Isa 30:10)  Han dicho a los videntes: "No tengan más visiones", y a los profetas:
"No nos comuniquen la verdad, más bien, cuéntennos cosas interesantes de mundos maravillosos.

Por supuesto que las personas no deben haber expresado estas palabras sino que el profeta le está poniendo palabras a sus actitudes, verbalizando las implicaciones de sus acciones y sus reacciones. No es que las persoans estén buscando mensajes sobrenaturales, tampoco desean mensajes moralistas, deseaban mensajes que los "animaran" que dejaran la superficie del alma intacta, solo "suavizada", un ministerio que despertara anhelos e ilusiones, nada más. La misma palabra se usa en Jueces 16:10 cuando Dalila acusa a sansón de "tomarle el pelo" burlándose de ella por medio de mentiras. Son mensajes bien elaborados, bonitos, interesantes que no desafían a vivir una vida en santidad sino que hacen sentir bien a la audiencia.

(Isa 30:11)  Desvíense del camino, no sigan esa ruta, quiten de nuestros ojos al Santo de Israel.



Esta petición es inaudita; no solo no quieren que los profetas les hablen mensajes bonitos, sino que además, desean que los mensajeros se conviertan en pioneros de un nuevo concepto de lo que es moral. No estaban pidiendo que cesaran las prédicas sino que éstas se volvieran inocuas, que carecieran de imperativos morales y sin respaldar la naturaleza moral absoluta de Dios.

El pecado no es solo no querer escuchar la voz de Dios sino pervertir el mensaje de modo que se prediquen palabras que hagan sentir bien a la audiencia pero que no la conduzcan a Dios porque simplemente, Dios no es el interés y acercarse a El es lo último que desean. Se busca destruir la revelación del carácter de Dios para que sea fácil negarlo y de ese modo, sea conveniente vivir a la manera que uno desea.

Con la nueva legislación se pretende que los predicadores elaboren un nuevo mensaje que se acomode a lo que toda la sociedad considera que es lo correcto por ser inclusivo, tolerante y pacífico; cambiar el discurso no es tan solo hablar mentiras; porque uno habla lo que cree en su corazón; de modo tal que los predicadores tendrán que interiorizar un nuevo mensaje (valores y principios) y predicarlo. No cumplirlo significará que NO PODRAN PREDICAR.

Dios está preparando a los nuevos vasos, a los portadores del mensaje verdadero y los está transformando desde el interior, transformado sus paradigmas religiosos por la realidad de una vida del Espíritu que confronta a este mundo y que NO TRAE PAZ, como dijo Jesús. Estos vasos se incomodan con el mensaje del Evangelio que la sociedad está confeccionando a su gusto y a su antojo, creando nuevos líderes e ídolos que dirijen esta religión mundial. Estos vasos están llenos de amargura al ver la dirección que el mensaje del EVANGELIO ESTÁ TOMADO Y SE ESTÁN COCINANDO EN EL HORNO DE LA AFLICCION DE DIOS para que la impureza sea removida.

(Isa 30:12)  En vista de eso, así habla el Santo de Israel: "Ya que ustedes no han hecho caso a estas advertencias y han recurrido más bien a las tasas impuestas y a la mentiras, (Isa 30:13)  este pecado será para ustedes como una grieta que aparece en una alta muralla. Se agranda y amenaza, hasta que, de repente, de un golpe, se derrumbe la muralla.

Así habla el Santo: significa que independientemente de que lo hayan rechazado y a su palabra, UNO NO SE PUEDE LIBRAR DE DIOS. yo puedo decir que El no existe pero eso no lo hace menos Dios y Soberano. No podemos escapar de El.

Rechazado: se han burlado  y menospreciado
Puesto su confianza en la opresión y la perversidad.

Isaías está en estas palabras explicándoles las implicaciones de sus decisiones. Ellos escogieron construir un nuevo concepto de lo que es ser moral, sin pensar que cada cambio que el hombre hace en su concepto de moralidad significa esclavizarse a un amo cruel y despiadado.
En el caso de  la perversidad, este se ha convertido en un tercer elemento en la religión que están formando, REHUSAR LA MORALIDAD DE DIOS. Rehusar a Dios como El se ha revelado significa ADORAR LA PERVERSION. IDOLATRIA.

En USa acaba de suceder esto, el pueblo dice:
- Dios no ha dicho que las bodas gay son malas...El no es así!
- El homosexualismo no es malo, solo diferente
- Predicadores: fabríquennos un nuevo mensaje del EVANGELIO Y SI NO CAYENSE!
- Y el resto de la iglesia dice: ese es un problema de los predicadores, no mío

La iniquidad de la que habla el verso es la de RECHAZAR LA PALABRA DE DIOS. Esa es la grieta que no importa cuanto mensaje bonito se predique, solo sirve para ponerle cemento por encima para que no se vea pero caerá cuando menos lo espera. Colapsará por su  propio peso.
Luego se ilustra una vasija que se rompe totalmente por parte del Alfarero porque no sirve para nada. Esto ultimo no sucede como la pared que colapsa por su propio peso sino por una fuerza externa. En otras palabras, la iniquidad destruye por su propio peso (la paga del l pecado es muerte) pero también INVITA EL JUICIO DE DIOS.

(Isa 30:14)  Se ha quebrado como un cántaro de greda, roto sin contemplación, y no queda, siquiera, un solo pedazo bueno para tomar las brasas del fuego o para sacar agua de una charca.



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