lunes, 23 de septiembre de 2013

Tesoros en Vasijas de Barro


 (Jer 18:6)  ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero,  oh casa de Israel?  dice Jehová.  He aquí que como el barro en la mano del alfarero,  así sois vosotros en mi mano,  oh casa de Israel.

Durante toda la semana el Señor ha estado hablando de cómo somos vasijas en sus manos (Jeremías), de cómo si en verdad le hemos entragdo nuestras vidas, El está a cargo de nuestra formación y lo hace principalmente a través de las pruebas que vienen a nuestras vidas. Hemos predicado sobre esto muchísimas veces; sin embargo, muchas veces los lentes a través de los cuales miramos estos pasajes es un lente opaco, triste, desesperanzador. Nos han pintado un Dios castigador que cuando nos portamos mal, El nos hará pasar por pruebas para quitarnos lo malo. Aunque esto es cierto, las pruebas nos "quitan lo malo", yo no veo a Dios como un castigador sino como un Dios Redentor, es decir, los lentes a través de los cuales yo veo estos pasajes es de un mensaje redentor.

La versión amplificada (traducción libre) de Efesios 2:10 dice que:

(Eph 2:10)  Porque somos Su mismísima y exclusiva obra de arte en progreso, vueltos a hacer por medio de Cristo Jesús, nacidos con una nueva naturaleza para que tengamos la capacidad de hacer cada día las buenas obras para las cuales Dios nos predestinó, revelando Sus planes desde el principio de los tiempos a través de cada buena obra, viviendo a cada momento la buena vida que desde siempre había arreglado para que disfrutáramos.

Lo que yo veo en este versículo es que Dios nunca se rindió con Israel y no lo hará con nosotros. Sus manos amorosas y Su increíble cuidado nos ha venido formando para que logremos cumplir el propósito para el cual fuimos hechos. El no es el Alfarero que nos destruye si nos portamos mal. El es el Tierno Alfarero que nos da la oportunidad de ser formados de nuevo cuando nos hemos deformado...cuando no estamos expresando Su gloria en cada lugar en cada cosa que hacemos o decimos...Asi como no dejó que Israel perdiera la gloria de revelar al Glorioso Mesías y bendecir así a todas las naciones de la tierra, no dejará tampoco que su Amada Novia pierda su gloria, que es la revelación del Hijo en estos últimos tiempos.

Si nos ponemos estos lentes para ver este versículo, nos daremos cuenta de que cada día en medio de nuestras pruebas tenemos la oportunidad de ser formados de nuevo para cumplir nuestro propósito glorioso por medeio del poder de Su Espíritu. Me atrevería a decir que el tiempo de que las vasijas son desechadas ya pasó porque ahora, los que de verdad hemos creído en el Hijo de Dios, tenemos una nueva naturaleza, el poder de una vida indestructible. Lo que sí creo que puede ocurrir es que nosotros mismos no logremos alcanzar nuestro potencial...y pasemos "como por fuego" como dijo Pablo.

Con esta visión renovada sobre este pasaje, yo veo que las pruebas, es decir, los momentos de angustia, tristeza, espera o incluso los de alegría y triunfo, que también son pruebas, son la mejor escuela, la escuela de la vida, en donde salen a flote todas aquellas actitudes, intenciones ocultas que aún necesitan transformación porque están saboteando nuestro caminar victorioso. Debemos pedir a Dios entendimiento de Sus caminos y no solo de Sus obras, como lo hizo Moisés. El pueblo de Israel vivía de milagro en milagro y eso no fue suficiente para cambiar sus vidas; sin embargo, la vida de Moisés fue cambiada porque Dios le mostró SUs caminos. El paso por el desierto fue una temporada que reveló al pueblo que estaba listo para el llamado de Su Dios y el pueblo que aún no estaba listo. EL pueblo que estaba de acuerdo con Dios y el que no lo estaba. La gente tan solo se enfocaba en sus problemas cotidianos mientras estaban en esta etapa; Moisés veía el panorama mas amplio...compredía los procesos detrás de cada evento y se enfocaba en el destino glorioso de esta gran nación.

A veces cuando servimos en el ministerio nos cansamos porque tan solo vemos a las personas y todos los problemas que traen y que causan en los ministerios; sin embargo, Moisés tuvo la capacidad de alzar su mirada y ver el panorama mas amplio...y al Dios que estaba  acargo de ese panorama, de modo tal que cobró fuerzas incluso para interceder por ellos...porque se enfocaba, como Abraham; en la gloriosa ciudad y el fin de la historia que conocemos de antemano...Ese es el poder de un intercesor...ver el panorama mas amplio y orar para que se produzca, de ese modo la desesperanza no se apodera de él.

Que Dios nos ayude a ver nuestras vidas como vasijas llenas de los tesoros preparados para esta hora y nos ayude a no descartarnos a nosotros mismos sino a comprender las temporadas y lo que El está formando en nosotros para que seamos ese suspiro, esa canción, ese poema, esa expresión de Su gloria a esta tierra tan llena de tinieblas. Somos el mejor plan de  Dios...sometámonos a Sus procesos, en las buenas y en las malas y pidamos al Espíritu Santo que nos enseñe a ser vasijas de gloria cada día. Que disfrutemos del proceso de cada día acercarnos mas a ese destino glorioso. Aprendamos con paciencia directamente de la boca del Maetsro y disfrutemos del proceso de ser transformados a SU imagen y semejanza mienttras todavía pasamos por esta tierra...mientars descubrimos y vivimos cada día nuestro glorioso llamado...digámosle con gozo al mundo "Vean, esta es la manera en la que se forma una vasija de gloria para que pueda contener y revelar los tesoros escondidos para nuestra gloria postrera, en estos tiempos..."




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