Profetas activados por el carbón encendido

Es la experiencia de la trascendencia de Dios la que transforma nuestros labios. Es la Iglesia de Dios la que por el Espíritu de revelación recibe la revelación de esta trascendencia y la iglesia la vive, la experimenta entonces los ángeles lo comprenden (les es revelado) y cantan de esa trascendencia delante del trono de Dios. Este carbón encendido que experimentó Isaías en su llamamiento es un simbolismo de esta revelación el cual transforma su hablar en un hablar santo. Este hablar santo va más allá de no decir palabras hirientes o destructivas, es un espíritu de gracia que se ha derramado sobre los labios del que habla, para que todas sus palabras giren alrededor de esta transcendencia de Dios que ha experimentado en su propia vida. Este hablar santo es mantenido por el combustible de un corazón que ha sido tocado por la trascendencia de Dios.

La manera en la que esto funciona es que todos los pensamientos de esta persona vienen a ser cautivos al pensamiento de la trascendencia de Dios. Si está trabajando, todo lo que ve o hace tiene relación con el mensaje de trascendencia. Si va manejando, todo lo que le sucede, todo lo que mira…todo tiene sentido con relación a la trascendencia de Dios. De repente se encuentra en un diálogo continuo con Dios en el cual ora lo que ve o experimenta y Dios le contesta a través de diversas maneras, de forma tal que en cada circunstancia de su día, el Dios trascendente y Su plan están allí.

Este diálogo tiene un efecto en la vida del que ha sido tocado por el carbón encendido; comienza a ser desafiado a obedecer en muchas cosas nuevas. Dios comienza a darle asignaciones de obediencia con el objetivo de afirmar el músculo de su fe y de internalizar estos nuevos valores que está aprendiendo, es decir, el resultado de esta obediencia es que ya no se obedece a Dios por obligación sino que ya se ha aprendido a pensar como El, es decir, a estar de acuerdo con Dios y estos actos de obediencia fluyen de manera totalmente natural.

Por eso es que la palabra profética durante la vigilia no era que Dios venía cambiando nuestros paradigmas sino que nos venía colocando en otro lugar desde el cual experimentaríamos esta realidad de Su eternidad la cual traería sobre nosotros un efecto totalmente transformador no solo para ver las cosas de manera diferente sino para experimentar una nueva realidad a la luz de la eternidad. Es entonces que el simbolismo dela Novia que sube del desierto recostada sobre su amado o la imagen del “dosel” sobre la Casa de oración, cobra sentido. Está hablando de la Presencia de Dios que es manifestada sobre la vida de esta persona, Dios habita no solo visita a esta persona.

De manera que la profecía para nosotros basado en Isaías 6 es que Dios está levantando voces proféticas en el fin de los tiempos, personas que han encontrado la realidad de la eternidad de Dios y quienes proclamarán esta revelación. Estos voceros se levantarán en oración, adoración, compañerismo con el Espíritu y predicando. Isaías 40 es el desglose del rol de estos voceros en el final de los tiempos:

Isaías 40:1–2: Un llamado a confortar al pueblo de Dios

Isaías 40:3–5: La promesa de levantar voces proféticas que proclamarán la eternidad

Isaías 40:6–9: Las buenas nuevas de la eternidad

Isaías 40:10–28: La trascendencia y la eternidad de Dios

Isa 40:10: La venida de Dios

Isa 40:11: La ternura del Dios eterno

Isa 40:12: La grandeza del Dios Creador

Isa 40:13–14: La sabiduría y administración eternal de Dios

Isa 40:15–17: El Único y Eterno bendito y soberano Dios de las naciones

Isa 40:18–20: El Dios eterno auto existente

Isa 40:21–26: El Dios Todopoderoso

Isa  40:27–28: Los desalentados reciben invitación para considera la eternidad de Dios- Jn 14:1

Isa 40:28: El Dios que vive por siempre

Isa 40:29–31: Llamado a formar parte del conocimiento de Dios

Isaías se encuentra con el Dios trascendente y dice hay, muerto soy porque he mantenido un hablar que me sujeta a lo terrenal igual que este pueblo, y me he mantenido desconectado por enfocarme en mis propias necesidades perdiendo la perspectiva eterna. He estado hablando solo de cosas que me mantienen aferrado a la realidad parcial de este lado de la eternidad y no me he conectado con la realidad de la eternidad.

Este es el oráculo del compañerismo. Que cuando nos reunimos, nuestro hablar esté conectado a la eternidad de Dios y seamos unos a otros inspirados a ir más profundamente en nuestro anhelo por conocer más a Dios. Esto se vuelve como una nube de palabras acerca de este Dios trascendente de modo tal que Su Presencia es manifiesta en medio de estas reuniones de compañerismo. Es un dosel sobre los que conversan, es un libro escrito acerca de lo que conversan. Se crea una atmósfera de trascendencia que nos invita a ir más profundo con Dios. John Wesley, quien tuvo un encuentro con los moravos el cual cambió por completo su vida y ministerio, dijo de las conversaciones que mantenían…  “Era como si sus conversaciones hubieran sido hechas en el cielo”, pro los asuntos que discutían…loas aspectos, los temas de los que hablaban… 1 Ped 4:11. Si alguien habla, que hable conforme a los oráculos de Dios. Pedro ni siquiera habla de hablar detrás de un púlpito, es cuando se habla en el ámbito natural. Se refiere a que el espíritu, la naturaleza de nuestras conversaciones debería ser dictado por un corazón que está experimentando la trascendencia, la belleza de Dios. Es una conversación que atrae al Espíritu, los ángeles.

La conversación con los no creyentes es más atractiva cuando el predicador tiene un conocimiento pleno de la belleza del Señor. Lo que necesitamos es un conocimiento de la belleza, de la eternidad de Dios y que un espíritu de gracia sea derramado en nuestros labios para poder hablar, predicar, cantar de la grandeza de Dios. Pidamos al Señor que nos enseñe el temor del Señor. La experiencia de este temor es de asombro. Cuando la creación se encuentra con la belleza aterradora de Dios, algo que no hemos visto ni si quiera sabíamos que era así. David decía que su único propósito era el conocimiento de Dios porque temblaba delante del Señor con asombro.