lunes, 29 de julio de 2013

Cuando menos se lo espera uno...


(Isa 6:1)  El año de la muerte del rey Uzías, vi al Señor excelso y sublime, sentado en un trono; las orlas de su manto llenaban el templo.

De acuerdo a la descripción que el profeta hace acerca de la condición de Israel en su época (los dos reinos), la religiosidad se había robado la vida del Espíritu y el pecado clamaba por una justa recompensa...el juicio. En medio de la nada, cuando nadie se lo esperaba, algo asombroso sucede...

El profeta describe que el evento que señala este momento trascendental en la vida de la humanidad se produjo en medio de un período de transición myu difícil. Describe como la dinastía de David, en manos del rey Uzías había perecido y había justo un cambio de rey terrenal...Uzías era la imagen de la misma ciudad que gobernaba por cuanto murió aislado a causa de su lepra, símbolo del pecado, al igual que la ciudad tenía lepra y estaba separada de Dios.

En este período de transición y con la amenaza de invasiones extranjeras, uno se preguntaría ¿Qué va a pasar ahora? y quizá el profeta le preguntaba a Dios si sus planes continuarían ya que todo parecía indicar que la nacion escogida no lo lograría...el pecado era demasiado grande y ameritaba el juicio, pero, ¿Y la promesa?

Creo que estamos asi nosotros mismos ahora. Hay cambios en las estructuras gubernamentales y de momento perdemos de vista quien es quien, quien está a favor de quién...nos preguntamos si estas guerras por el poder entre los organismos del Estado seguirán..si las maras seguirán desplazando a las familias de sus casas...

Pero, al igual que el profeta, nosotros también debemos orar por un cambio no orquestado por políticos sino por el verdadero Rey de Gloria. Debemos orar para que el Rey sea visto en esta nación...que haya un cambio en el espíritu, cambio en los poderes malignos que sean desplazados por el goberno de Dios en los aires y que eso se manifieste en lo natural. De hecho, creo que etso ya está ocurriendo, lo único es que estemos  a la expectativa de ver que es la señal que marcará el tiempo para esta gran visitación.


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