martes, 20 de septiembre de 2016

Veredicto: Culpable!

Isaías 43:22-26

 Siguiendo con los testimonios en la corte celestial, el testimonio de Dios trae una fuerte revelación sobre un paradigma del pueblo: ellos creían que por cumplir con su sistema religioso, no tenían reproche de parte de Dios; sin embargo, el testimonio de Dios desafía este pensamiento al declarar que a través de los medios provistos para el perdón y la reconciliación, no lo habían logrado.

El texto habla de "no haber traído a Dios los sacrificios"; en realidad no significa que no estuvieran cumpliendo con los rituales, sino que los rituales y todas las actividades religiosas en realidad no eran para Dios! Dios no estaba con ellos en su sistema religioso! Originalmente el sistema de sacrificios había sido creado para complacer a Dios no para satisfacer a los hombres. Aunque Dios los había sacado de Egipto, de la esclavitud para ser libres, ahora ellos se habían esclavizado a través de un sistema de reglas que no llevaban al perdón y a la comunión con Dios.

La acusación de Dios es bien seria, lo que estaban haciendo con sus sacrificios era MANIPULAR LA BENDICION, PROVEYENDO al Señor un servicio por el cual merecían un pago y Dios debería estar dispuesto a responderles al tan solo llamarle. Ellos habían convertido a Dios en un esclavo de ellos!

El Señor había llamado a Su pueblo al compañerismo con El y a una comunión íntima, lo que involucraba prestar atención, escuchar y obedecer Su palabra; pero ellos escogieron otra manera (Isa 30:9-11). Caminar en compañerismo con Dios era demasiado costoso. Por eso buscaron una manera más fácil y divertida, esa manera era el fervor religioso.

La intervención de Dios a través de los sacrificios era ayudar al pueblo a reconocer su incapacidad de vivir a la altura de la ley por sus propios medios y buscar el perdón y la restauración continua. Los sacrificios habían sido diseñados para provocar un alivio y el deleite de poder llegar a la casa de Dios a través de la provisión de alguien que pagara el precio por sus pecados, en este caso un cordero pero anunciando Al Cordero de Dios.

En el momento en el que decidieron optar por los rituales sin Palabra, obediencia y comunión, permanecieron en sus pecados y cansaron a Dios. Mucho fervor religioso pero poca realidad espiritual.

El pecado mancha el carácter del hombre y Dios puede ver esa mancha. Cuando pecamos, es de nuestra propia naturaleza torcida; no hemos cambiado nuestra manera de encontrar placer, no hemos encontrado el verdadero placer, fortaleza, seguridad en El y en nuestro compañerismo con El. Es por la Presencia del Espíritu Santo en nuestro interior que podemos cambiar desde adentro, encontrando placer y seguridad en Dios solo y por eso cambiar nuestras decisiones y acciones pecaminosas. Podemos ser libres por el Espíritu Santo. Si no somos libres es que quizá aún no hemos nacido de nuevo!

Es interesante que el vs 23 dice que su vida de fervor religioso estaba tan alejada del diseño original de Dios que ya no era a Dios a quien invocaban! Practicaban una religión que había desechado la Palabra por lo tanto a Aquél que dió la Palabra. (Mt 15:9).

En el original dice ¿Por qué se han cansado de mi? En otras palabras, el punto más importante es el DESHONOR QUE HABIAN TRAIDO A DIOS CON ESOS SACRIFICIOS (Mal 1:6-7). El Señor es deshonrado con la práctica de una religión tan barata! Los sacrificios mecánicos solo deshonran la santidad moral de Dios sujetándolo a una forma de magia. Habían bajado a Dios de Su lugar de honor a un lugar en medio de los dioses paganos al recibir el mismo tipo de culto: religiosidad vacía sin compañerismo.

vs 24 dice que los sacrificios que traían se habían acomodado para satisfacerlos a ellos mismos y no para satisfacer a Dios. La verdadera religión debería transformar el corazón del hombre para ser cambiado y sujetado a la voluntad de Dios de manera voluntaria, por amor y compañerismo.

Vs 25 establece el contraste de lo anterior: Yo, Yo mismo soy quien borra las rebeliones! Cuando habla de rebeliones habla de pecar por voluntad y decisión propia. Por Su propia naturaleza Dios es capaz de borrar la mancha del carácter del hombre y nunca más recordar su pecado.

vs 26 dice que traigamos nuestro caso a la corte celestial, que nos defendamos de semejante acusación. EL propósito de Dios es que no vamos a encontrar argumentos a nuestro favor y reconoceremos que necesitamos ser perdonados. El perdón solamente puede llegar cuando cara a cara somos confrontados con nuestro pecado y admitimos la necesidad de ser perdonados. Solamente cuando admitimos que por nuestras propias fuerzas no somos capaces de vivir conforme a la ley, es que buscaremos la solución que Dios ha provisto: El Cordero inmolado y vivir para El en el compañerismo y la cercanía que Su palabra y nuestra obediencia traen a nuestra vida.


En el verso final queda claro que, mientras el Líder por excelencia llegara a Israel, El Renuevo, Israel pasaría por una serie de castigos y arrepentimiento. Finalmente el veredicto de Dios fue dado para esa generación: Maldición y no bendición y esa maldición o juicio venía precisamente sobre los príncipes del santuario que no se habían ceñido al llamado de Dios y a guiar a Su pueblo. Este castigo vendría sobre aquéllas áreas que no habían sido rendidas a Dios y siempre dentro del contexto de la promesa que finalmente Dios traería restauración, no los dejaría así...siempre terminamos con un toque de esperanza.

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