Respuesta del Señor a la Oración de las Naciones

El Siervo de Jehová

42  He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones.  

2 No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles. 

3 No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia. 4 No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia; y las costas esperarán su ley.

 5 Así dice Jehová Dios, Creador de los cielos, y el que los despliega; el que extiende la tierra y sus productos; el que da aliento al pueblo que mora sobre ella, y espíritu a los que por ella andan:

 6 Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones,  7 para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas. 

8 Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas. 

9 He aquí se cumplieron las cosas primeras, y yo anuncio cosas nuevas; antes que salgan a luz, yo os las haré notorias.

Para comenzar, el contexto es el cargo que Dios tiene contra las naciones y sus ídolos y contra SU pueblo; de mido que este capítulo comienza con la activación del edicto del Señor. Este siervo trae el mensaje para el mundo, el mensaje de que solo hay un Dios. Es un resumen de la palabra revelada y sus requerimientos, un contraste con sus situación actual y el establecimiento del orden correcto.

He aquí

Esto significa que el pasaje está llamando la atención de los lectores hacia un personaje. En otras palabras, este personaje es revelado a los ojos de los que han presenciado la Corte y el juicio del Señor. Se nos invita a descubrir que este siervo está totalmente relacionado con el Señor que lo envía y que está totalmente comprometido con la labor a ejecutar. Nos pide que le veamos mientras ejecuta los juicios de Dios y como los lleva hasta el fin. Esta frase también da la idea de que este siervo ya está en acción, si abrimos los ojos espirituales lo podremos ver.

Mi siervo

Más que un énfasis en la persona, esta frase denota la importancia de los propósitos de Dios y el énfasis en lo que Dios, no la persona quien es ahora un incógnito, está a punto de hacer. También significa que este es el siervo escogido por el Señor, el hombre de Dios, por así decirlo.

Todas las demás frases del verso enfatizan el poder y la autoridad con la que este siervo opera y que tiene la aprobación de Dios en lo que hace porque lo hace de parte de El.

No gritará ni alzará su voz

Significa que no intenta dominar, a diferencia de los demás reyes. Tampoco se hará propaganda para conseguir adeptos. El énfasis es un ministerio callado, no agresivo ni amenazante.

No quebrará la caña cascada

Una caña cascada ya no sirve para sostener algo; sin embargo, este siervo tiene la capacidad de usar hasta lo que ya otros dan por inservible. Lo que resta hasta el verso 4 es expresado en términos negativos porque su labor es sin precedentes; no se puede comparar con la labor de algún otro antes. 

No desmayará

Enfatiza tanto su compromiso como su fidelidad hasta el fin. Este siervo pasa por las mismas presiones que los demás pero el no desmaya ni se cansa ni se fatiga. Este siervo trae la revelación de la justicia de acuerdo a los parámetros de Dios.

Las costas esperarán su ley

Es una expresión para decir que todo el mundo está expectante de la justicia que este siervo traerá a implementar. Ninguna otra revelación válida se hará conocer paralelamente.

En el verso 5 volvemos a ver la doctrina de Dios el Creador, pero con un nuevo enfoque. Antes vimos esta doctrina aplicada a Su pueblo; ¿Puede un Dios quien ha originado, mantiene, controla y dirige todas las cosas, olvidarse de Su pueblo escogido? Ahora esta pregunta se vuelve a las naciones: ¿Puede el Dios que ha creado y sostiene todo olvidarse del mundo y solo tener planes para Su pueblo?

Despliega, extiende, da aliento

Estas palabras describen al Dios Creador como un activo Diseñador Creativo del mundo que ha originado. El poder que creo las cosas de la nada es el mismo que las mantiene vivas y funcionando, de modo que la productividad nunca cesa y beneficia a la humanidad. Incluso lo que los hombres mismos producen es un don de Dios.

El Señor no llama al siervo y lo abandona en la labor que le ha encomendado. Con el llamado que hace va garantizada la Presencia y los recursos para lograr la tarea. Dios forma al siervo para los propósitos mientras garantiza su protección. 

Este siervo será un pacto, es decir, será el medio a través del cual las naciones entrarán en pacto con Dios. Es la pura decisión de Dios el seleccionar un pueblo para Su propia posesión, atrayéndolo hacia Sí mismo, constituyéndose en su Redentor y trayéndolos a libertad y obediencia sincera.

Juntando este pasaje con el anterior vemos la combinación del siervo conquistador y este siervo para traer a buen fin los propósitos de Dios. Aquel siervo conquistador apartará a las naciones de la idolatría; este siervo las atraerá a Dios. Aquí vemos dos aspectos del espíritu que está operando en medio nuestro de parte de Dios. Un mover de juicio para destruir los ídolos y un mover de acercamiento.

En el aspecto del pacto se destaca el aspecto de la luz de la verdad como parte de es pacto; también la sanidad de las discapacidades personales (ceguera) y el final de las restricciones impuestas por otros (sacar a los cautivos) así como la transformación de las circunstancias (oscuridad).

Las personas vivirán en una sociedad perfecta y estará constituida por gente perfecta.

El verso 9 habla de las cosas pasadas, refiriéndose a las cosas que ha hecho el conquistador (41:1-4) y las nuevas cosas es una predicción de la labor que hará este siervo.