El siervo que no quiso hacer caso

18 Sordos, oíd, y vosotros, ciegos, mirad para ver. 19 ¿Quién es ciego, sino mi siervo? ¿Quién es sordo, como mi mensajero que envié? ¿Quién es ciego como mi escogido, y ciego como el siervo de Jehová, 20 que ve muchas cosas y no advierte, que abre los oídos y no oye? 

21 Jehová se complació por amor de su justicia en magnificar la ley y engrandecerla.

22 Mas este es pueblo saqueado y pisoteado, todos ellos atrapados en cavernas y escondidos en cárceles; son puestos para despojo, y no hay quien libre; despojados, y no hay quien diga: Restituid. 

23 ¿Quién de vosotros oirá esto? ¿Quién atenderá y escuchará respecto al porvenir?

24 ¿Quién dio a Jacob en botín, y entregó a Israel a saqueadores? ¿No fue Jehová, contra quien pecamos? No quisieron andar en sus caminos, ni oyeron su ley. 25 Por tanto, derramó sobre él el ardor de su ira, y fuerza de guerra; le puso fuego por todas partes, pero no entendió; y le consumió, mas no hizo caso.

Irónicamente el llamado es para un pueblo ciego y sordo a quien se le invita a "contemplar" al siervo ciego y sordo del Señor, quien resulta ser ni más ni menos que Israel, el pueblo escogido (incluimos por supuesto aquí a la Iglesia de Jesucristo adherida al Olivo).

¿Por qué razón estaría el Señor llamando a los ciegos, a las naciones gentiles a que contemplen a Israel? Evidentemente, el Señor está dando a las naciones gentiles una esperanza para salir de su ceguera y sordera y ser redimidos entrando al Pacto eterno con el Señor. La razón es que Dios está llamando el ministerio de Israel a las naciones quienes desfallecen por encontrar la salida a su condición; sin embargo, ¿Qué puede hacerse por un mundo necesitado cuando el pueblo del Señor, el siervo, está tan necesitado como ellos? un siervo que no tiene ni idea de dónde o cómo encontrar la salvación.

Ceguera

Desde los versos 1-17, se describe como la necesidad espiritual. En este sentido, la ceguera del siervo del Señor significa que éste tiene tanta necesidad espiritual como aquéllos, las naciones gentiles. Es irónico, debido a que es precisamente el siervo el que fue invitado a conocer a Dios y no lo hizo.

Sordera

Refiriéndose a las dimensiones de capacidad para escuchar Su palabra y ponerla en práctica. En este sentido, el siervo añade culpabilidad a su vida por cuanto es el que recibió la Palabra pero no vivió en ella. (Amos 2:4)

Mensajero

Quiere decir alguien escogido por Dios para llevar en su propia vida la revelación de la Palabra; pero, ¿Cómo puede un mensajero llevar una palabra que ha sido incapaz de ESCUCHAR (seguir)? Tiene un mensaje que no hace sentido.

Que ha visto muchas cosas

Una cosa es tener la capacidad física de recibir información desde fuera (oir y ver); otra diferente es recibir información de Dios (revelación); un tercer elemento es saber cómo usar esa información. El pecado del pueblo del Señor es CONTAR CON LA REVELACIÓN PERO NO PONERLA EN PRACTICA.

Magnetismo en lugar de misiones

Es interesante que la estrategia de Dios para el Evangelismo es atraer a las personas hacia el pueblo del Señor.  Isa 2:2-4; Dt 4:5-8. El Señor quería desplegar a través de Su pueblo toda la maravilla y hermosura de Su revelación (palabra y obras) para que las naciones fueran liberadas de su ceguera y fueran conducidas por el Señor hasta Sión. Sin embargo, el deseo de Dios no se cumplió porque Israel hizo exactamente lo opuesto (no fueron atraídas) y la identidad de Israel cayó entonces a ser despojo y dominado. Vs 22a-c menciona que Israel perdió su estatus en el mundo y su estatus de protegido por parte del Señor (22 dg) La canión de la viña (5:1-7) se cumplió: no hubo fruto, no hubo protección, no hubo favor. Es tan solo a través de la palabra revelada y la obediencia que el Señor hace un pueblo distinto y bendecido.

No ¿por qué? sino ¿Quién?

En las dificultades tendemos a preguntar "¿Por qué?, palabras nacidas del orgullo y que significan "Yo no merecía esto", midiendo las cosas por la lógica humana; sin embargo, hay dimensiones de la condición humana que no se explican con la lógica y no hay garantía de comprender por que razón el problema ha venido ni cómo consolar al afligido. 

Por el contrario, el verso nos invita a preguntar "¿Quién?"  con el objetivo de que al conocerlo (saber que fue el Señor), adoptar una posición de aceptación, confianza y esperanza.

Esta clave que nos da el pasaje nos invita a preparar al pueblo del Señor para los eventos que se desencadenarán en el futuro. El Señor es quien está desencadenando estos eventos.

De esta manera queda claro que la manera correcta de llevar a las naciones al éxito no es por medio de la manipulación o astucia humanas sino por medio de la conducta moral y recta delante del Señor. Como ejemplo, aunque Manasés estuvo  55 años en el poder, la Biblia tan solo le dedica 18 versos. (Pr 14:34 y 2 Reyes 21:1). Aunque se destaca su capacidad y astucia política, económica y militar, lo que a los ojos de Dios contó en última instancia fue su pecado.

Queda claro que fue el pecado el que trajo toda la ruina al país. Cuando pregunta ¿Quién? se da uno cuenta de que fue el Señor el Agente de la desgracia y que los factores de rectitud y moralidad son decisivos pero todavía ignorados.

El diagnóstico ha sido pues el pecado y la terquedad de Su pueblo a conformarse a Su voluntad mientras desobedece Su ley; contradicción total con el llamado de enseñar a las naciones. En ese sentido, un siervo así ha perdido toda capacidad de ser enviado en el sentido de no llenar los requisitos (42:1-4). La falta de percepción espiritual resulta en rehusarse deliberadamente a seguir el camino del Señor e incapacidad de comprender lo que el Señor está haciendo. No supieron reconocer la ira divina detrás de al experiencia personal y nacional, ni comprendieron el mensaje o la moraleja que deberían haber recogido. Isaías estaba profetizando que ni siquiera el sufrimiento ni el trauma en tal escala como la que sufrieron sería capaz de traer un verdadero cambio en el corazón (48:22). Por esta razón hubo necesidad de una nueva obra de Dios, otra acción poderosa ( juicio que se desgloza en los siguientes capítulos).