Este es el punto de encuentro virtual para el equipo de intercesores que nació en el Repto. Los Héroes, producto de una palabra profética de 1998, que el Señor levantaría un equipo de Intercesores Proféticos en la zona Sur de la ciudad, para derribar principados de maldad en las regiones celestes en El Salvador...
viernes, 11 de julio de 2014
Provisión en medio de la escacez
(Isa 17:1) Profecía sobre Damasco. He aquí, Damasco dejará de ser ciudad, y vendrá a ser un montón de ruinas. (Isa 17:2) Abandonadas están las ciudades de Aroer; serán para los rebaños, para que se echen en ellas , y no habrá quien los espante. (Isa 17:3) Desaparecerá la fortaleza de Efraín y la soberanía de Damasco, y el resto de Aram vendrá a ser como la gloria de los hijos de Israel --declara el SEÑOR de los ejércitos. (Isa 17:4) Acontecerá en aquel día que la gloria de Jacob menguará, y enflaquecerá la gordura de su carne. (Isa 17:5) Será como cuando el segador recoge la mies, y su brazo cosecha las espigas; o será como el que recoge espigas en el valle de Refaim. (Isa 17:6)
Pero quedarán en él rebuscos como cuando se varea el olivo: dos o tres aceitunas en la rama más alta, cuatro o cinco en las ramas de un árbol fructífero --declara el SEÑOR, Dios de Israel. (Isa 17:7)
Aquel día el hombre tendrá en estima a su Hacedor, y sus ojos mirarán al Santo de Israel. (Isa 17:8) Y no tendrá en estima los altares, obra de sus manos, ni mirará a lo que sus dedos hicieron: las Aseras y los altares de incienso.
Esta palabra de verdad que es apropiada para la situación actual de nuestro país. Estamos viendo como los granos básicos suben de precio, la gasolina, la canasta básica, las pensiones bajan o probablemente se acabe el dinero para pensionar a las futuras generaciones. Definitivamente estamos viviendo tiempos de escacez pero el Señor nos envía palabra de consuelo para estos momentos de angustia y prueba.
En primer lugar, en los estudios pasados el señor nos mostró que todo lo que sucede a nuestro alrededor debe ser pasado bajo el filtro de la fe.
El Señor nos había hablado de que todas Sus acciones se enmarcan dentro de tres hilos proféticos:
1. Todo lo que Dios hace lo hace para bendición de Su pueblo. Diso está totalmente comprometido con el remanente.
2. Todo lo que ocurre se enmarca dentro de las promesas proféticas del Señorío de Cristo y su segunda venida.
3. El corazón de Dios es un corazón misionero. Dios quiere incluir a todas as naciones dentro de su plan eterno, si ellas están dispuestas a aceptarlo.
Dentro de este contexto, así como al pueblo de diso le visitó amenazas de guerras, hambre y escacez, con el solo objetivo de que el pueblo se volviera a Diso de todo corazón, así mismo estamos viendo llegar escacez en nuestros días...está en nosotros rendirnso a Dios o comenzar a protestar y rebelarnos contra El y contra todo lo que tenemos en frente. Otra respuesta es tratar de obtener lo que queremos pr nuestros propiso medios y en ese actuar, levantamos nuestros propios altares. El contexto de este verso está en 2 Reyes 16:2.
Basicamente el rey decidió no creerle a Dios sino que hacer alianzas malignas, poniendo su confianza en otros dioses y contaminando Judá con sacrificios que desplazaron a lo ordenado por Dios. Regaló tesoros del templo e hizo construir un altar semejante al de Su protector. Por eso Dios permitió la escacez, para destruir la confianza del pueblo en otros dioses, igual que lo hará hoy.
Sin embargo, el verso dice que Dios purificará a Su pueblo. Hemos estado orando por avivamiento y definitivamente este tipo de situaciones trae avivamiento!!! Pero en medio del proceso en el cual Dios estará produciendo avivamiento, el señor dará provisión para el remanente. No pereceremos ni padeceremos. Debemos acercarnos a la puerta y tocar porque tenemos promesa que para nosotros habrá. Solo que debemos acercarnos a la puerta y no irnos hasta que veamos respuestas de parte del Señor.
el Señor me ha puesto en el corazón comenzar una estrategia de oración basada en adoración con los nombres de Dios y voy a crear otro blog para seguirla. Sea el Nombre del Señor revelado y exaltado en medio nuestro.
Aquel día el hombre tendrá en estima a su Hacedor, y sus ojos mirarán al Santo de Israel. (Isa 17:8) Y no tendrá en estima los altares, obra de sus manos, ni mirará a lo que sus dedos hicieron: las Aseras y los altares de incienso.
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