El Propósito de la viña Deleitosa

(Isa 27:6)  En los días que vienen le saldrán brotes a Jacob,

Israel dará brotes y florecerá,

y sus frutos llenarán el mundo entero.

Las cualidades de la viña deliciosa no son tan solo cualidades internas sino también externas. El propósito de Dios es que la viña deleitosa se reproduzca hasta lo último de la tierra! Ese fue también el propósito del pueblo de Israel, ser un reino de sacerdotes, aquellos que llevaran la revelación de Dios hasta el último rincón!

Nunca en la historia, este propósito ha sido mas importante que hoy en día. Dios está hablando en todos estos capítulos acerca de los últimos tiempos! antes de Su venida le está dando a la humanidad una nueva oportunidad de reconciliarse con El.

El propósito de Dios es que todo el mundo se convierta en un viñedo hermoso.

(Psa 80:8)  Tenías una viña que arrancaste de Egipto, para plantarla, expulsaste naciones.

(Psa 80:9)  Delante de ella despejaste el terreno, echó raíces y repletó el país.

(Psa 80:10)  De su sombra se cubrieron las montañas y de sus pámpanos, los cedros divinos.

(Psa 80:11)  Extendía sus sarmientos hasta el mar y sus brotes llegaban hasta el río.

(Psa 80:12)  ¿Por qué has destrozado sus cercos?

Cualquier transeúnte saca racimos,

(Psa 80:13)  el jabalí de los bosques la devasta y los animales salvajes la devoran.

(Psa 80:14)  ¡Oh Dios Sabaot, es hora de que regreses; mira de lo alto del cielo y contempla, visita esa viña"

(Psa 80:15)  y protégela, ya que tu derecha la plantó!

Dios le está dando a la Viña una nueva oportunidad. Ahora es la viña deleitosa! todo su sistema desde la raíz, el tallo, el retoño y el fruto, cada parte de la viña ahora es efectiva y produce el fruto deseado.

Es hora de que volvamos al verdadero Evangelio y que nos unamos en oración a pedirle al Señor que visite Su viña, con las implicaciones que eso traiga para la Iglesia. Los que son cardos y espinos se tiene que someter al señorío de Cristo o serán quemados en el fuego, pero el remanente, será purificado y llevará más fruto.

(Joh 15:1)  Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador. 

(Joh 15:2)  Toda rama que no da fruto en mí la corta. Y toda rama que da fruto la limpia para que dé más fruto. (Joh 15:3)  Ustedes ya están limpios gracias a la palabra que les he anunciado,

(Joh 15:4)  pero permanezcan en mí como yo permanezco en ustedes. Una rama no puede producir fruto por sí misma si no permanece unida a la vid; tampoco ustedes pueden producir fruto si no permanecen en mí. 

(Joh 15:5)  Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, pero sin mí no pueden hacer nada. 

(Joh 15:6)  Al que no permanece en mí lo tiran y se seca; como a las ramas, que las amontonan, se echan al fuego y se queman. 

(Joh 15:7)  Mientras ustedes permanezcan en mí y mis palabras permanezcan en ustedes, pidan lo que quieran y lo conseguirán. 

(Joh 15:8)  Mi Padre es glorificado cuando ustedes producen abundantes frutos: entonces pasan a ser discípulos míos.