martes, 23 de agosto de 2016

Testimonio de los ciegos y los sordos


Quisiera continuar con los comentarios de la semana pasada sobre el pasaje de Isaías. Vimos que Dios llevaba a la corte celestial como testigos a los ciegos y a los sordos, porque Sus testigos, Su pueblo, Sus siervos habían decidido no ver ni oir...había decidido no agudizar sus oídos y ojos espirituales para entender los tiempos en los que vivimos. Repetiré la palabra: HABÍAN DECIDIDO.

El caso es que nosotros, los siervos de Dios vemos lo que queremos ver pero no siempre estamos abiertos a lo que Dios nos quiere mostrar simplemente porque es contrario a nuestras creencias religiosas, a nuestras preferencias políticas o a cualquier otro paradigma que hemos decidido abrazar. El llamado en esta hora es a que dejemos atrás lo que nos impide escuchar y ver lo que Dios quiere que percibamos porque estamos en tiempos cruciales....ESTAMOS ENTRANDO A LA CORTE CELESTIAL donde Dios se dispone a juzgar a las naciones, a sus ídolos y a Su pueblo.

Lo primero que quiero compartir es el hecho de que a pesar de que hemos decidido no escuchar ni ver para Dios sino para nosotros mismos, Dios, aún así, quiere compartir lo que está haciendo en medio de las naciones con nosotros y quiere que estemos de Su lado. Necesitamos alinearnos. Dios no solo quiere que seamos Sus siervos, nos ha llamado amigos porque el amigo debería saber lo que hace su Amigo... pero no hemos querido pagar el precio...asistimos a un evento "cristiano" para escuchar a alguien que ha pasado horas orando y ayunando para recibir palabra de Dios para nosotros. No digo que esto sea malo del todo pero, ¿por qué no pasamos nosotros mismos esas horas en ayuno y búsqueda por nuestra propia palabra?

Me contaron la historia de una señora a quién se le preguntó si estaba orando por el país...ella dijo que no tenía tiempo, que ella daba sus diezmos para que su pastor orara por ella...¿Desde cuando contratamos profesionales para que hagan nuestro trabajo? ¿Desde cuando creemos que cuando Dios llame a nuestro nombre por indolencia o pereza podremos llamar a nuestro pastor para que dé testimonio de lo buena persona que somos? Cuando Dios llama a Adán, llama a Adán no a Eva y cuando Dios llama a Eva, no llama a Adán. Cada uno tiene su propia responsabilidad delante de Dios.

Lo segundo que quiero mencionar ahora es que, algunas veces, no es que no estamos escuchando nada, solo que nuestro enfoque es en otras cosas y no en lo primordial. Acabo de escuchar una conferencia sobre intercesión y se mencionó el caso de Josías. Durante el reino de Josías, Israel experimentó un tercer avivamiento. Giró leyes para que se restaurara el templo y los sacrificios para honrar a Dios. Las personas estaban alegres...el avivamiento había llegado!!!!

En uno de esos momentos más importantes, Josías encuentra enterrada la Torah mientras reconstruían el templo...probablemente el libro de Deuteronomio...cuando lo lee, Josías se da cuenta de que, a pesar de estar en tiempos de avivamiento, en realidad la nación está en medio del juicio de Dios anunciado desde hacía años por los profetas, en este caso Isaías. Precisamente lo que hemos estado leyendo...el juicio de Dios que Ezequías fue negligente en detener porque no se preocupó por su casa, ahora estaba a punto de ser desatado. Josías estaba en medio de esto.

Lo interesante es que había profetas que profetizaban que era un tiempo de prosperidad, del favor del Señor sobre Israel...todo era bendición, se estaba arreglando el templo, se estaban restaurando las fiestas, se estaban reuniendo las personas en el nombre de Dios, estaban derribando los altares....Josías se estaba preguntando que pensaba Dios de todo eso...¿Qué era, juicio o avivamiento?

El rey manda a preguntar a una profetiza llamada Hulda acerca de esto. El rey se preguntaba si este avivamiento que estaban experimentando había quitado la palabra de juicio sobre la nación, dada muchísimos años atrás...

La respuesta del Señor es algo totalmente fuera de serie...para fraseando el texto de 2 Cr 34:24; 26-28 dice: En efecto, voy a traer el juicio sobre esta nación conforme al texto que se te ha leído. El juicio no ha pasado porque has visto avivamiento...yo he escuchado tus palabras, he visto la ternura de tu corazón, he visto tu arrepentimiento, tu llanto y tu clamor por esta ciudad...te has humillado y has respondido a la altura...haré que mueras en paz y te entierren con los honores de tus antepasados, te voy a permitir que no estés para cuando todo el juicio llegue...

Dios solo había detenido el juicio y había dado respiros de avivamiento...pero solo por una temporada, mientras Josías vivió...el pubelo, en lo profundo de su corazón, no se convirtió...el juicio seguía en pie, solo detenido por misericordia para ver si alguno más se convertía de corazón.

Muchas veces mal entendemos lo que Dios hace en medio nuestro. De nuevo, todos los profetas estaban profetizando prosperidad...paz...todos menos uno: Jeremías, y por esa razón lo persiguieron. Creo que ese es el significado de ser siervos sordos y ciegos; estamos viendo que muchas cosas terribles han ocurrido en nuestro país y ahora están saliendo a la luz y nosotros seguimos peleándonos y defendiendo nuestras ideologías o atacando adversarios en lugar de arrepentirnos por lo que ha sucedido en nuestra nación. Hay gente muriendo de hambre alrededor nuestro y no hemos hecho nada. Hay gente que muere en los hospitales porque alguien se llevó los recursos para disfrutar de la vida. Y nosotros no decimos nada! Hay gente a quien se le está violentando su derecho en los juzgados pero nuestros cultos son fenomenales...Y por cierto que esto no es nuevo, es así desde que nos damos cuenta de la historia de nuestro país.

Me pregunto si tanta muerte no será por causa del juicio de Dios sobre nuestra nación por todos los pecados de nuestros antepasados...cuando no se le dió pan al huérfano ni se le hizo derecho a la viuda, cuando se asesinaron personas y fueron enterradas sin ser devueltas a sus familiares...quizá gimiendo piedad y encomendándose a Dios antes de morir porque eran inocentes. Gente secuestrada por quienes se pidió dinero pero nunca se devolvieron los cadáveres...niños que fueron obligados a pelear una guerra que no les correspondía y murieron enterrados en fosas comunes.

¿Será posible que los 15-20 años de "paz" eran solo un respiro de Dios para ver si nos convertíamos? ¿Será que el avivamiento de los años ochenta fue solo una oportunidad de salvación para muchos pero la mayoría jamás se volvió de todo corazón? ¿Será que Dios está deteniendo Su juicio sobre esta nación mientras una generación de intercesores gime pidiendo la paz? La raíz del pecado no ha cedido en nuestro país a pesar de los años y los cambios. Nuestra llaga no ha sido curada, por eso es que el Señor nos llama a abrir los ojos y los oídos y sintonizarnos con El a pesar de lo que vemos y oímos en lo natural.

Como anhelo que nuestros corazones sean tiernos como el de Josías. Cómo deseo que cuando abramos las Escrituras encontremos su verdadero significado a la luz de los acontecimientos actuales, nos ea que nos encontremos profetizando paz y prosperidad mientras perseguimos a los profetas que nos cuestionan como nación y como líderes. Anhelo tener un corazón tierno que sepa arrepentirse, que aún en tiempo de celebración sepa llorar por el mal de nuestro pueblo...que aún en medio de buenas noticias sepa que lo que viene ya ha sido determinado y que Dios nos use para la gran cosecha...que nos encuentre del lado correcto de los testigos en el juicio...de Su lado, sintonizados con El y apoyándolo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.